Tenía muchas ganas de verte. Muchísimas ganas de estar con vos, muchas ganas de ser feliz a tu lado.
Me banqué la SAL del fin de semana para estar con vos. Ocho horas y media de viaje en colectivo, un piquete de Paraná Metal, un judío psicólogo y un judío empresario que habían recorrido el mundo.
Y encima de todo, indisponerme.
Pero ¿sabés qué? Valió la pena. ¡De verdad! aprendí bastante de filosofía, me quejé de la personalidad de Sócrates, viejo forro, blasfemé contra Santo Tomás de Aquino, acusándolo de carne débil, y a pesar de todo vos me hiciste sentir tan bien, pero taaaaaaaaaaaan bien que quiero decirte, antes de ir a dormir, que es cierto: cuando estoy con vos, no necesito nada.
Te amo demasiado, Albano Jofré. Quiero que sepas que mientras quieras, vas a seguir siendo el amor de mi vida.
Te amo y cada vez que estoy con vos me agarra un no-se-qué y no me quiero ir nunca nunca de tu lado. Pero las despedidas son difíciles, y el camino es largo, pero como todo lo dificil y largo, siempre está bien recompensado al final...
Y un día me vas a ver llegar con mi carita de zombie travesti prostituta epiléptica pichada ninfómana y hambrienta de fama tan tierna que a vos te gusta tanto, con una valija en una mano y el corazón en la otra, con todas mis virtudes y todos mis defectos cargados a la espalda y voy a correr a abrazarte al grito de TINKERBEEEEEEEEELL!! y no me voy a ir nunca más de tus brazos.
Te amo.
Niñas que se follan a señores
Hace 7 años
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